A pesar de mis esfuerzos he tenido que abandonar la lectura de este libro. Mira que lo he intentado, pero si un libro me chirría mucho, y es bastante largo, opto por abandonarlo y no perder más mi tiempo. Pero ojo, los libros que abandono no tienen porque ser malos, simplemente no son para mí, o no los he entendido -o soportado-. El caso es que este es uno de ellos.
En un principio es un libro que me interesaba bastante. La primera y segunda persona se van alternando. Tenemos dos historias paralelas: una nos cuenta lo que le ocurre a nuestro protagonista, Daniel, tras desaparecer misteriosamente, y otra nos cuenta como se lo tomó su novia, Angelita. Si bien en un principio me pareció entretenida la historia, poco a poco se fue volviendo algo soporífera, más que nada por la parte de Angelita. La parte de Daniel, por aquel momento, me seguía interesando. Más adelante la historia volvió a fluir -ambas-, y tuve unos día en los que leía sin parar.
En la novela se toca un tema que no conocía y que me gustó bastante, como fue el llamado Incidente de Palomares, en el que EE.UU. "perdió" unas bombas nucleares en territorio español por el choque de dos aviones estadounidenses. Como la historia se desarrolla en plena Guerra Fría, los gobiernos que tienen un papel en esta historia son el estadounidense y el ruso.
Conspiraciones, espías, secretismo... Hay de todo en esta novela, y la hubiera terminado si no fuera por una serie de "detalles": hay situaciones bastante inverosímiles, en plan el protagonista se salva en el último momento de una manera un tanto ficticia; muchos de los diálogos son demasiado fríos, muy peliculeros, y las cosas que se dicen creo yo que no están acorde con la situación en la que se encuentran los dialogantes. Por ejemplo, en una situación de vida o muerte, me parece increíble que el protagonista se ponga a hacer bromas y sacar su espíritu sarcástico a flote (cosa que no tenía en un principio). La verdad es que no me acuerdo bien de todas las situaciones, pero sé que de tanto en tanto, a medida que la acción se daba, me quedaba en plan: "Sí, claro... ¿Y que más?"
Por el momento no tengo pensado retomarlo. Si un día me da por terminarlo, ya comentaré algo.
Thôrkh. Cielo rojo al amanecer// Alex G. Dilla// 518 páginas// Ed. Círculo rojo// Sinopsis.
¡Bufff! Y encima 518 páginas. Has hecho bien en dejarlo si no te gustaba. Hay tantos libros buenos por leer que no deberíamos perder el tiempo en los que no nos llegan. Un saludo.
ResponderEliminarEso es lo malo. Que además es un tocho. Yo creo que si hubiera sido más corto, me lo hubiera terminado al menos a fuerza.
Eliminar¿Quién no se pondría a hacer bromas y soltar sarcasmos cuando uno está a punto de morir? Vamos, lo habitual xDDD Al principio reconozco que me llamó la atención, pero cuando ya empezaste con los "peros"... descartado totalmente.
ResponderEliminarHombre si te ha llamado la atención puedes intentarlo, pero vamos, a mí la sensación que me ha dado es la que comento.
EliminarMás de una vez he estado tentada en abandonar un libro, pero no puedo. Una de mis lecturas actuales me está costando un triunfo, pero creo que me haré con ella.
ResponderEliminarBesos.
Depende de muchos factores. Si me queda mucho y me resulta insoportable lo dejo. Pero si veo que tiene potencial la historia, me aguanto y continúo. Yo antes tampoco abandonaba porque me daba cosa, luego ya vi que hay mucho por leer y que no puedo estar perdiendo el tiempo el libros que no me llegan.
EliminarLos ojos se fían de ellos mismos, las orejas se fían de los demás.
ResponderEliminarProverbio Alemán
Y has hecho muy bien en dejarlo. Perder el tiempo así no tiene mucho sentido, ¿verdad? Yo además acabo poniéndome de mal humor, y no vale la pena...
ResponderEliminarBesines y suerte con la próxima lectura!
A mí también me da a veces por ponerme de mal humor porque el libro no es como me esperaba, jajaja, pero este no fue el caso porque no tenía expectativas, ya que no había leído nada sobre él anteriormente ni sobre su autor.
EliminarEl ministro de Información y Turismo de España en aquel entonces, Fraga Iribarne, se puso el traje de baño y retozó entre las olas de Palomares ante las cámaras de los reporteros para enseñar al mundo que no había riesgo de contaminación radioactiva (en realidad sí hubo contaminación, pero más intensa en zonas rurales y de cultivo que en el propio mar.)
ResponderEliminarPues no tenía ni idea: menuda escena y menudo personaje. Como este tipo de cosas se olvidan rápidamente -o se hace para que se olvide- pues nos perdemos cosas importantes que han pasado en el pasado (valga la redundancia).
EliminarSi todas las reseñas van desde "me ha gustado bastante" hasta "me ha cautivado", ¿Qué haremos cuando encontramos a un libro que destaca de verdad?
ResponderEliminarUna reseña honrada y respetuosa.
He intentado expresar lo mejor posible las sensaciones que me ha producido el libro. Aunque hay más "malo" que "bueno", habrá que decirlo todo.
EliminarUn saludo.